El ambiente que rodea al niño… forma al niño.

Si un niño vive criticado, aprende a condenar. 

Si un niño vive en un ambiente de hostilidad, aprende a pelear. 

Si un niño vive avergonzado, aprende a sentirse culpable. 

Si un niño vive atemorizado y ridiculizado, aprende a ser tímido. 

Si un niño vive muy compadecido, aprende a tener lástima. 

Si un niño vive en un ambiente de equidad y justicia, aprende a ser justo. 

Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente. 

Si un niño vive sintiendo seguridad, aprende a tener fe. 

Si un niño vive estimulado, aprende a confiar en si mismo. 

Si un niño vive con aprobación, aprende a quererse y estimarse. 

Si un niño vive elogiado, aprende a apreciar. 

Si un niño vive con reconocimiento, aprende a tener buena meta. 

Si un niño vive en un ambiente de honradez, aprende a ser honrado y a conocer la verdad. 

Si un niño vive amado, aprende a amar a los que lo rodean. 

Si un niño vive en un ambiente de amistad y aceptación, aprende que el mundo es un lugar agradable para vivir. 

Bueno es hacer volver al hijo pródigo, pero mejor es salvarlo de ser pródigo. 

Hermosa acción es convertir al ladrón y al borracho, pero mucho mejor es actuar para que el niño no llegue a convertirse en un ladrón o en un borracho; de aquí el deber que la Red de Niños / Escuela Dominical ocupe un lugar muy elevado en la lista de las empresas filantrópicas, y la necesidad de que los cristianos muestren más interés por ella. 

Sepamos que sigue siendo mejor prevenir que curar.