
El deber de preparar a las futuras generaciones.
«Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará» (Proverbios 22:6)
Alguien dijo sobre este pasaje: «Iglesia decodifica el propósito en los niños para que ellos entren en el destino eterno de Dios.»
Como Iglesia tenemos la tremenda responsabilidad de preparar a las futuras generaciones para que vivan bajo la bendición de Dios. Ésta tarea de preparación está enfocada especialmente en los niños de hoy.
Los niños no son el futuro son el presente de cada generación.
Día a día nos llegan noticias de niños maltratados, abusados; otros que son obligados a trabajar en su temprana edad y no podemos dejar de mencionar el flagelo de la prostitución infantil perdiendo así su etapa normal de niñez.
Toda ésta problemática de nuestra sociedad nos golpea tan fuerte que de ninguna manera podríamos ser indiferentes. Además de orar por la niñez de nuestras ciudades, debemos procurar activar un ministerio de contención, enseñanza y formación cristiana.
Como Ministerio pretendemos inculcar en los niños principios y valores que le sean útiles en la medida que vayan creciendo y desarrollándose como personas, de tal manera que los ayuden con el correr de los años a tomar decisiones correctas en los momentos cruciales de la vida.
Como ministerio queremos agradecer el aporte valiosísimo de L.A.P.E.N. (Liga Argentina Pro Evangelización del Niño) como así de otros Ministerios que trabajan en forma exclusiva en el tema de la Niñez, no olvidando también el esfuerzo de iglesias locales que a través de cursos de capacitación que han recibido nuestros maestros los han hecho más eficientes en ésta magnífica tarea.
Podemos hasta decir que este Ministerio nació por personas que se animaron a abrir su hogar para bendecir a niños de la comunidad y luego llegar a los mayores y así formar una congregación.